Título original:
The Long Way to a Small, Angry Planet
Serie: Wayfarers 1
Traductor: Alexander Páez
Editorial: Insólita
Páginas: 512
Año de publicación: 2018 (original 2014)
Género: Ciencia ficción
Sinopsis
Rosemary Harper se une a la tripulación de la Peregrina, una vieja nave tuneladora, sin saber muy bien qué esperar de su primer trabajo. Aunque la nave ha visto tiempos mejores, le ofrece un pequeño lugar al que llamar hogar durante un tiempo, algo de aventura en los confines más alejados de la galaxia y, lo que es más importante para ella, la oportunidad de dejar atrás su pasado.
La tripulación está compuesta por individuos de diferentes planetas, especies y géneros; desde Sissix, la amistosa piloto reptiliana, a Kizzy y Jenks, los ingenieros que mantienen la nave en funcionamiento; pasando por Lovey, la IA de la Peregrina. La vida a bordo es caótica, aunque bastante relajada: justo lo que Rosemary necesita.
Hasta que les ofrecen el trabajo de sus vidas: la oportunidad de construir un túnel hiperespacial a un lejano planeta. Si completan el encargo, ganarán el suficiente dinero para vivir holgadamente durante años… Pero antes deberán sobrevivir al largo viaje a través de los confines del espacio.
Sin embargo Rosemary no es la única persona a bordo con secretos que ocultar, y la tripulación pronto descubrirá que el espacio puede ser vasto, pero las naves espaciales son muy pequeñas.
Opinión
Este libro ha supuesto para mi una pequeña decepción. Por las reseñas que había leído tenía grandes expectativas con esta historia a la que habían comparado con dos series míticas de la televisión de las que soy fan declarada como Star Trek o Firefly. Pero la verdad es que pocas similitudes he podido encontrar en ese aspecto, personalmente la veo es más una novela de personajes ubicada en el espacio que como una novela espacial.
Hasta aproximadamente la mitad la lectura se me hizo muy cuesta arriba. Página tras página no ocurría absolutamente nada, tan sólo la presentación de los personajes que, sinceramente, no daba para tanto. Todo es buen rollo y hermandad entre los tripulantes de La Peregrina, incluso el personaje destinado a caer mal, Corbin, es bastante soso, y admito que estuve tentada de abandonar el libro en varias ocasiones ante la falta de acción. Afortunadamente no lo hice porque la historia mejora sustancialmente en su segunda parte en cuanto la tripulación inicia su viaje hacia Hedra Ka y empiezan las dificultades.
Los personajes también evolucionan a partir de ese momento, cada uno con su subtrama dentro del hilo principal, y eso le da mucha más fluidez a la novela que en su parte final me duró un suspiro.
Me han gustado mucho los tripulantes no humanos y las razas que la autora ha creado para la novela: aandrisk, aeluones, harmagianos... y en especial los sianat. A pesar de ser breve la historia de Ohan y su especie me ha encantado.
La autora también ha hecho una labor fantástica respecto a la tecnología que se utiliza en su universo, desde los pequeños bots que mejoran la vida cotidiana hasta la técnica de perforación: he leído varias veces el fragmento de la tuneladora y me sigue pareciendo fantástico.
Midiendo pros y contras la novela se lleva una valoración positiva: me ha gustado pero le sobra relleno. Veremos como evoluciona en su continuación
A Closed and Common Orbit si Insólita se anima a traerla en castellano.
Nota 3/5