Páginas: 272
Publicación: 2016
Editorial: Harper Collins
Género: Suspense / Thriller
Sinopsis
Londres. Un diciembre nevado, 1888.
Sherlock Holmes, de 34 años, languidece y ha vuelto a la cocaína tras una desastrosa investigación sobre Jack el Destripador.
Watson no logra consolar ni reanimar a su amigo, hasta que llega de París una carta codificada de modo extraño. Mademoiselle La Victoire, una hermosa cantante de cabaret francesa, cuenta que el hijo ilegítimo que tuvo con un lord inglés ha desaparecido y que ella ha sido atacada en las calles de Montmartre.
Acompañado de Watson, Holmes viaja a París y descubre que el niño desaparecido es solo la punta del iceberg de un problema mucho mayor: la estatua más valiosa desde la Victoria de Samotracia ha sido robada de forma violenta en Marsella, y han encontrado asesinados a varios niños de un telar de seda en Lancashire. Las pistas en los tres casos apuntan a un hombre intocable.
¿Conseguirá Holmes recuperarse a tiempo para encontrar al chico desaparecido y poner fin a la ola de asesinatos? Para hacerlo, tendrá que ir siempre un paso por delante de un peligroso rival francés y esquivar las amenazadoras intromisiones de su propio hermano, Mycroft.
Esta última aventura, al estilo de sir Arthur Conan Doyle, manda al icónico dúo desde Londres hasta París y de ahí a los páramos helados de Lancashire en un caso que pone a prueba la amistad de Watson y la fragilidad y el talento de la naturaleza artística de Sherlock Holmes.
Opinión
No es ninguna novedad si os digo lo fan que soy de Sherlock Holmes y de los pastiches y "retellings" sobre su figura. Suelo leer (y ver) cualquier cosa que caiga en mis manos sobre el detective de Baker Street unas veces con más acierto que otras pero normalmente siempre quedo satisfecha. Con Arte en la Sangre he tenido sentimientos contradictorios: la historia es entretenida e introduce personajes muy interesantes pero no le he conseguido encontrar la esencia de la creación de Doyle así que al final me ha resultado una novela bastante descafeinada.
Como os decía la trama está bastante bien. Holmes y Watson investigarán dos desapariciones, la del hijo de Mademoiselle La Victoire y la de una valiosa estatua griega de la Victoria. Ambos casos tienen un sospechoso en común pero la ausencia de pruebas y las presiones de Mycroft Holmes les obligarán a colaborar con otro detective del que no sabrán si fiarse o no.
Además de la historia me ha gustado el contexto y la aparición de personajes y hechos que realmente existieron. La ambientación también está muy lograda, especialmente en París y en la última parte de la novela (y que no os puedo decir donde transcurre) ya que la autora tiene para las descripciones un estilo bastante visual.
Y ahora viene lo que no me ha gustado: esta no es una historia de Sherlock Holmes. Sí, salen los personajes y escenarios habituales pero no se comportan como deberían, especialmente nuestros protagonistas. Watson y Holmes se tratan de un modo excesivamente familiar, incluso se tutean. No sé si esto último será por la traducción pero a mi no me ha gustado nada.
Tampoco me ha convencido la personalidad de Holmes, afectado en exceso por los hechos externos y por sus sentimientos y actuando sin sentido, en ocasiones de forma demasiado súper heroica en lugar de utilizar su lógica habitual.
Quizás a los que sólo les guste la serie de la BBC (ojo que yo la adoro y Benedict Cumberbatch me encanta) o las películas protagonizadas por Robert Downey Jr. y Jude Law y no hayan tenido contacto con las historias originales de Doyle les parezca una novela increíble, ya os digo que es entretenida y fácil de leer. A mi, por desgracia me ha decepcionado mucho.