Páginas: 256
Año de publicación: 2015
Género: Novela negra
Sinopsis
Soy Madrid: frontera (y me dirijo a ti, lector):
Sabes que hay gente a la que le han quitado la voz y ya sólo les queda el llanto o el silencio.
Tú mismo, en algún momento, has apretado los puños ante la injusticia y cargas sobre la espalda más peso del que se puede soportar.
Seguro que has contemplado la desesperación ante ti, pero te niegan lo que has visto con tus propios ojos y te dicen que eso de lo que hablas no ha existido nunca.
Probablemente creas que a ti también te están dejando sin voz y te preguntas si no acabarás como los demás, condenado al llanto o al silencio.
Bien.
Debes saber que yo he venido a poner las cosas en su sitio para ajustar cuentas con el pasado.
Que llego de la mano de un escritor que de repente toma conciencia de su enorme responsabilidad y te agarra de las solapas y te grita: ¡Despierta!
Que vengo a hablarte de la verdad, aunque mis páginas quemen.
Yo soy eso, el punto de inflexión.
Y vengo a decirte que jamás debes perder la esperanza.
Opinión
Cuando comencé esta novela estaba convencida de que iba a ser más distopía que novela negra. Madrid convertida en una isla en medio de un mar negro y con una lluvia constante invitaban a fantasear con mundos alternativos o futuros ucrónicos. Pero lo que encontramos en esta novela es ¡tan real! De hecho el autor nos explicó que para inspirarse tan sólo había tenido que buscar en la prensa diaria de nuestro país.
Es cierto que el envoltorio es distópico, o quizás onírico, pero la historia es la que está pasando día tras día delante de nuestros ojos: ancianos comiendo de la basura, cadáveres en las cunetas, inmigrantes hacinados, jóvenes sin esperanza, y una élite manipuladora que le hace pensar al pueblo que eso es lo correcto.
Si además le sumamos la pérdida de identidad (algo de lo que nos avisa la primera frase del libro), la deshumanización, la alienación, la indiferencia hacia el resto de seres humanos hacen que la historia sea todavía más sobrecogedora.
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| David Llorente en el club de lectura de la librería Taiga. |
La novela está narrada en segunda persona en una especie de diálogo entre el protagonista y el narrador. Está claro que a David Llorente le gustan los experimentos narrativos como ya demostró en la curiosa forma de escribir Te quiero porque me das de comer, y en esta ocasión también acierta con su elección. Conocer la ciudad y sus habitantes tras los ojos de Igi W. Manchester es toda una experiencia.
Reconozco que hacía mucho tiempo que un libro no me provocaba tanta angustia como Madrid: frontera. Es una historia muy dura, en la que a penas hay esperanza, pero eso no me ha impedido disfrutarlo de la primera a la última página.
Leedlo, pasadlo mal, disfrutadlo y no olvidéis nunca quienes sois.
Nota: 4/5
