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domingo, 17 de junio de 2018

Mi opinión sobre Apocalipsis suave, de Will McIntosh

Título original: Soft Apocalypse
Traductor: Lluís Delgado
Editorial: Gigamesh
Año de publicación: 2016 (original 2011)
Páginas: 272
Género: Ciencia ficción

Sinopsis
El fin del mundo, en incómodos plazos. Una hoja de ruta para un futuro que ya hemos empezado a vivir "No somos vagabundos: somos nómadas". Es la expresión de la última brizna de dignidad que le queda a un universitario tras años de desempleo, sin techo y sin blanca, que deambula con muchos otros en el límite de la subsistencia. Como él, millones de desahuciados vagan por caminos y carreteras, desesperados por aferrarse a los ecos de un esplendor que ya no existe, mientras el sueño del capitalismo emite sus últimos estertores. 

Apocalipsis suave corta la respiración no solo por la verosimilitud con la que describe (¿predice?) el colapso del capitalismo, sino por la escalofriante lucidez con la que, en paralelo, recrea la descomposición de la personalidad de sus víctimas: la renuncia progresiva a valores que creíamos absolutos y la pugna por mantener viva una llama que siga dándole sentido a la vida

Opinión
La editorial Gigamesh nos trae sus libros en formato digital con cuentagotas así que cuando lo hace suelo lanzarme sin pensarlo demasiado porque su selección de títulos es muy notable. En este caso puntual, el tema del apocalipsis es de mis favoritos, aunque en lugar de encontrar una historia clásica que nos enseña el mundo tras un desastre global, McIntosh nos muestra el "pre-apocalipsis" y os aseguro que es mucho más angustioso.

Año 2023, EEUU tiene más de un 60% de paro y una crisis económica, medioambiental y energética que se extiende al resto del mundo. Personas como Jasper, protagonista de esta historia, jóvenes y con formación en humanidades dejan de ser útiles para la sociedad y se convierten meros vagabundos (nómadas les gusta llamarse) que sólo intentan sobrevivir mientras las cosas mejoran.

Por supuesto la situación va a peor, pero de una manera tan sutil que los cambios se normalizan y lo que desde fuera como lectores nos parece aterrador, para los protagonistas se convierte en algo cotidiano. Jasper es el principal ejemplo de esa normalización ya que su máxima aspiración, además de sobrevivir, es buscar una pareja estable con la que compartir su vida, como si nada estuviese ocurriendo. La preocupación de Jasper por la situación que le rodea es proporcional a la comodidad con la que vive y casi desaparece en cuanto prospera y puede permitirse vivir con cierta tranquilidad.

No vamos a saber qué ocurre en todo momento en el mundo, primero porque la historia es muy local: los personajes se mueven poco y no salen del estado de Georgia (entre Athens y Savannah, las dos localizaciones principales, hay unos 350 Km. que me lo ha dicho Google). Pero además entre capítulos hay saltos temporales de varios años, algo que considero un acierto y que le da mucha agilidad a la lectura. Aun y así nos hacemos una idea global de lo que va ocurriendo y se parece tanto a la situación actual del mundo que se te hace un nudo en el estómago. Sin duda este apocalipsis es mucho más terrible que cualquiera provocado por un desastre nuclear o invasión zombie, tristemente es más verosímil.

Si tengo que ponerle un pero a este libro sería que en ciertos momentos la parte "romántica" de la historia llega a ser muy pesada, pero por lo demás me ha parecido magnífico y muy recomendable para cualquier lector interesado en el tema y no sólo para los fans de la ciencia ficción.

Nota 4/5

lunes, 11 de junio de 2018

Propósitos lectores: semana 24 (2018)

¡Hace tanto que no os cuento mis propósitos lectores que he tenido que irme a google a ver en qué semana estábamos! Pero aquí estoy de nuevo, con el bloqueo lector superado y ganas de volver a escribir en el blog.

He pasado el bloqueo gracias a La casa de arenas movedizas, de Carlton Mellick III. Una novela bizarra publicada por Orciny Press que me ha enganchado y sorprendido desde el primer momento (pronto os cuento más de ella). Y también a la ucronía de Eduardo Vaquerizo Danza de Tinieblas, cuya ambientación me ha parecido fantástica.  
 
Ahora mismo estoy empezando La tragedia del girasol, de Benito Olmo. El regreso del inspector Manuel Bianquetti al que conocí en La maniobra de la tortuga y del que me convertí en fan absoluta.
También quiero empezar con alguna antología o con la cantidad abrumadora de novelas cortas que tengo en la pila ¡porque no baja nunca! Os diría que no voy a comprar nada más en un tiempo pero ya hay más de un título haciéndome ojitos :P

¡Y este fin de semana es el Festival de Fantasía de Fuenlabrada! A ver qué libros cazo y a qué autores para que me los firmen. Os lo cuento la próxima semana.

¡Felices lecturas!

martes, 5 de junio de 2018

Sigo viva, pero con bloqueo lector

Y es que llevo casi dos semanas incapaz de engancharme a un libro. He perdido la cuenta de los que he empezado y descartado a las pocas páginas (la próxima lista de abandonos va a ser muy interesante, ya os lo aviso), pero es que no hay manera de que me atrape una historia.
Paso y paso más hojas pero no hay manera 
(Imagen de Anastasia Zhenina)
He probado fantasía y ciencia ficción pero también he querido salir de mi zona de confort a ver si algo me despertaba y no hay nada que hacer. Aún y así lo sigo intentando, a ver si suena la flauta. Acepto sugerencias.

¡Feliz semana de lecturas! A no ser que estéis igual que yo, en ese caso ¡suerte! Lo superaremos ;)