No suelo contar cosas de mi vida personal en el blog excepto alguna curiosidad relacionada con la lectura, así que llevo días dándole vueltas a si publicar esta entrada o no. De nuevo tenía la necesidad de explicarlo por escrito, de compartirlo, como una forma más de desahogo.

Uno de los motivos por los que me afectó tanto la perdida de Terry Pratchett, es que mi madre padecía la misma enfermedad. Ella nos dejó a penas unos días después y por fin descansa en un lugar mejor en el que de nuevo puede recordar.

Tengo la fortuna, o eso me dicen siempre, de quedarme con lo bueno de las personas que me rodean así que solo son buenos recuerdos los que acuden a mi cabeza cada vez que pienso en ella, aunque la pena de no tenerla a mi lado es muy grande.

Sé que hay que seguir adelante, y tanto la lectura como el blog son herramientas ideales para desconectar, pero es muy posible que publique de forma intermitente durante un tiempo, o quizás me vuelque y publique todos los días, aún no lo sé.

Sed pacientes conmigo, sobre todo si os debo una entrada, un correo o tengo pendiente alguna lectura o reto.

Nos vamos leyendo.

Besos,
Leona.