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martes, 19 de julio de 2016

Os he hablado alguna que otra vez en el blog de mi padre ya que fue la persona que me inculcó, desde niña, el amor por la lectura. Y aunque nuestros gustos se fueron distanciando con los años siempre hemos compartido opiniones sobre las historias que caían en nuestras manos.

Hoy vuelvo a escribir sobre él porque ya no se encuentra a mi lado. Ya no volveré a verle sentado junto a la ventana con su kindle de funda morada y letra gigante, absorto en la lectura. No le escucharé quejarse porque las novelas de ahora son demasiado largas y echaba de menos las "novelillas de a duro". Ni nos leeremos a la vez el mismo libro y discutiremos sobre quién es el asesino.

Sé que al final me quedaré sólo con los buenos momentos y con todo lo que hemos compartido, pero llevo días sin poder quitarme la tristeza de encima y necesitaba desahogarme, de ahí el motivo de esta entrada.

Os pido disculpas si os debo un correo o una entrada pero no creo que retome el blog hasta dentro de unas semanas.

Disfrutad de las vacaciones, nos vemos a la vuelta.

Un beso,
Leona.